Experiencia de evaluación: |
Situación buena: Recuerdo un examen oral en los primeros años de la universidad en el que la profesora que me evaluaba advirtió que yo había estudiado de memoria. Luego de manifestarlo, dedicó el resto del examen para realizarme preguntas con el fin de que yo razonara y comprendiera ciertas cosas que yo pasaba por alto. De esta manera, pude tener una visión general y comprende el tema de manera integral. En unos pocos minutos esta profesora convirtió el examen en una verdadera instancia de aprendizaje.
Situación mala: A lo largo de mi carrera universitaria me tocaron vivir numerosas experiencias negativas, principalmente como consecuencia al miedo que suelen generar las instancias evaluativas. En particular, tuvieron un gran impacto negativo aquellos exámenes que eran muy extensos o en los que se debía esperar mucho tiempo antes de ser llamados para rendir. |