Vista simple

Apellido y Nombre: Mariela Soledad Rosa

Las barreras de aprendizaje y participación que identifico (hasta el momento) en la institución donde me desempeño, que es la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de San Luis, son diversas.

Aunque en el edificio del campus universitario se han construido rampas para facilitar la accesibilidad de personas con movilidad reducida, para acceder al interior del edificio hay un escalón que se debe sobrepasar. Esto con seguridad presenta dificultades a estas personas para poder acceder al edificio y consecuentemente a las aulas, oficinas administrativas, entre otros.

Hay solo un ascensor que se encuentra en funcionamiento en la parte exterior del edificio. La parte interior carece de ascensores.

En algunos sectores del campus, no se encuentran las vías de acceso adecuadas para personas con dificultades motrices. Si bien las puertas de acceso al edificio y de las aulas tienen una anchura apropiada para que ingrese una persona en silla de rueda, las puertas de la parte administrativa, que se encuentra en el segundo piso, desde mi perspectiva, son angostas para que estas personas puedan ingresar. Asimismo, muchas de las aulas, especialmente la de computación y laboratorios, no se adaptan a las necesidades de personas que tienen una discapacidad motriz, lo que implica que estas personas no puedan moverse libremente en su interior con facilidad y de forma segura.  

Puedo visualizar la inexistencia de señalética para los estudiantes con discapacidad visual, lo cual conlleva a que se les dificulte desplazarse por los lugares del edificio del campus universitario.

Si bien existe un baño adaptado para personas con discapacidad motriz (barras para sujetarse) por cada una de las zonas donde se encuentran los sanitarios, el acceso a ellos presenta una dificultad: hay escalones de por medio para ingresar.

Tampoco se encuentran a disposición recursos tecnológicos (al menos hasta donde conozco) que servirían para facilitar la participación y aprendizaje de las personas con discapacidad, entre ellos, lectores de pantalla, escáner de texto, grabadoras para reconocimiento de voz.

En las clases en las cuales participo, hasta el momento, no se utilizan diferentes formatos para presentar el material de estudio, ya sea utilizando colores o formatos accesibles para personas con discapacidad visual o auditiva.  En la actualidad, respecto a las clases virtuales, por ejemplo, no se colocan subtítulos.

Considero que, en muchos casos, y me incluyo, existe desconocimiento por parte de los docentes acerca de estrategias, recursos y herramientas que posibilitan la enseñanza a personas discapacitadas (por mi parte, muchas las estoy conociendo a partir de este curso). También es importante remarcar la falta de información con la que contamos los docentes para saber cuáles de los estudiantes matriculados en las respectivas asignaturas poseen alguna discapacidad, ya sea visible o no. Esta situación es una gran limitante para buscar estrategias de aprendizaje oportunas para estas personas.