Recomendaciones al docente
ü En primer lugar, que reflexione respecto a qué objetivos se plantea al hacer una retroalimentación sobre un trabajo realizado a un estudiante.
Si entre sus objetivos se propone ayudar al estudiante a comprender mejor el para qué de su aprendizaje y a buscar propuestas de mejora, la retroalimentación que realiza el profesor del video es totalmente inadecuada, inútil. Todos sus comentarios se centran en aspectos negativos e inoportunos, con toda una impronta desde lo gestual, que genera un claro malestar en los estudiantes.
ü Que plantee la retroalimentación en el momento oportuno, cuando se ha presentado el trabajo o no dejar pasar mucho tiempo. Que acuerde con el estudiante este momento de modo que él pueda disponerse a participar activamente en esta instancia.
ü Que trate de dejar de lado prejuicios que pueda tener respecto a determinados estudiantes. Dar siempre una nueva oportunidad.
ü Que se esfuerce por crear un clima que aliente el intercambio de opiniones, el diálogo.
ü Que sea cauteloso con sus comentarios, se trata de una instancia de valoración, que genera inevitablemente ansiedad. Es impensable que docentes puedan realizar comentarios desvalorizantes y/o peyorativos pero lamentablemente se dan estas situaciones. Que evite realizar comentarios no relacionados con la evaluación que pretende realizar. Que respete a sus estudiantes.
ü Que inicie la retroalimentación señalando los aspectos a destacar. ¡Siempre hay algo para destacar! La disposición del estudiante para entregar el trabajo, para participar de esta instancia evaluativa, cumplir con los términos establecidos, el proceso seguido para llegar a estos resultados, no centrarse solamente en su producción final.
ü Que plantee al estudiante una instancia de reflexión sobre qué es lo que pudo hacer, qué dificultades se le plantearon, cómo cree que podría superar esas dificultades, qué apoyos necesita,…
Recomendaciones al estudiante
ü Que se disponga de la mejor manera para participar en esta instancia evaluativa, que deje de lado prejuicios que pueda tener respecto a su profesor/a. Que acepte que todos tenemos modos diferentes de ser y de actuar pero, a pesar de ellos, debemos poder interactuar basándonos en el respeto.
ü Que se anime a defender sus producciones desde sus posicionamientos teóricos. Que reflexione previamente sobre lo que hizo y por qué lo hizo así. Que piense si pudo hacerlo de otra manera. También que se detenga a identificar las dificultades que se le plantearon, si pudo superarlas y cómo, si encontró el/los apoyos que necesitaba.
ü Que valore esta instancia como una instancia de aprendizaje. De los errores se aprende.
Al pensar estas sugerencias, voy haciendo un recorrido por lo que hemos visto en este curso y se me vienen a la mente situaciones de exámenes finales, en las que me ha tocado estar presente, por diferentes motivos y en las que no me he sentido cómoda, aún, siendo profesora. La falta de respeto hacia los estudiantes por parte de otros integrantes del jurado examinador ha sido impactante. El objetivo ha sido descubrir qué es lo que el estudiante no sabe para poder situarlo en ese lugar, desvalorizarlo y finalmente no aprobarlo.
Lo cierto es que terminamos actuando según nuestras creencias, nuestros prejuicios y nuestras concepciones. Entender la retroalimentación como la estamos planteando en este curso, implica posicionarse y actuar desde estos paradigmas que suponen concepciones de enseñanza, de aprendizaje, de evaluación, de estudiante.
No basta con hacer sugerencias. Debemos formarnos y disponernos a cambiar concepciones, a situarnos en paradigmas superadores y así empezar a actuar con otras actitudes, priorizando el respeto mutuo.