Respecto del docente: una secuencia lógica para que la retroalimentación sea útil al estudiante sería primero señalar aspectos a destacar, luego lo negativo y finalmente lo positivo. En este caso el docente se centrar sus comentarios en los aspectos negativos del trabajo de sus estudiantes, con una falta absoluta de respeto y sin señalar en ningún momento formas de mejorarlo ni promover ningún tipo de reflexión por parte de sus alumnos.
Recomendaciones a los estudiantes: la primera recomendación que surge es la de que los estudiantes se atrevan a defender sus trabajos. Sin embargo, cuando el docente no presenta ningún interés en evaluar sino sólo en criticar y menospreciar a sus estudiantes es difícil establecer vías de comunicación efectivas.