Foro de ABP Virtual G1. Apellidos de la A a la G - Tutora Marlene Steier

Hola  a tod@s:

Creo que evaluar es un término polivalente cargado de múltiples connotaciones y diversos sentidos y significados. La evaluación en el aula es una actividad, ya sea formal e informal, que ocupa un alto porcentaje del tiempo disponible. Generalmente, en mi opinión, es sobresimplificada y se realiza sin la suficiente reflexión por parte de los docentes, quienes la consideran un elemento fosilizado, rutinizado y ritualizado. Hoy, y mirándola desde una perspectiva constructivista y crítica, podemos definirla de un modo totalmente distinto; para así, resignificarla. Asumiendo la realidad como compleja, dinámica e incierta, y a la educación como una práctica social que refleja estas características, consideramos a la evaluación, formativa y sumativa, como un fenómeno intrínseco e inherente al proceso de enseñanza y aprendizaje, de carácter multidimensional, multifacético y multidireccional, condicionada por diversos atravesamientos (personales, sociales, institucionales, axiológicos, ideológicos, psicológicos, etc.) que la configuran y a los que configura en un proceso dialéctico.

Entonces, ¿por qué evaluar? Eisner E. (1998), sostiene que “evaluar es ayudar al otro, con menor formación en lo que está haciendo, a que vea lo que de otro modo quedaría oculto”. La información relevada no sólo le permite al estudiante comprender lo que aprende y cómo lo hace, progresando hacia el autoaprendizaje y sirviendo de guía y facilitador, sino que también permite al docente comprobar las estrategias didácticas y su efectividad.

Pero, ¿cómo evaluar? La evaluación debe ser realizada, según Celman, S. (1998), mediante la construcción de instancias capaces de “evidenciar los procesos de sistematización de información, indagación, problematización, relaciones de categorización, generalización, diferenciación, inducción, deducción, abducción de principios, aplicación y creación de procedimientos, resolución de problemas, etc., si se ha trabajado en tal dirección antes y durante el período de enseñanza-aprendizaje”. Esta búsqueda de evidencias será más significativa según las técnicas e instrumentos que se utilicen, en congruencia con los posicionamientos epistemológicos y pedagógicos que sustenten la propuesta didáctica.

Saludos,

Cecilia

Celman, S. (1998). ¿Es posible mejorar la evaluación y transformarla en una herramienta de conocimiento? En Camilloni, A, Celman. S. Litwin, E. y M. Palau. La evaluación de los aprendizajes en el debate didáctico contemporáneo (pp. 35-66). Buenos Aires: Paidós.

Eisner,E(1998): Cognición y currículum. Una visión nueva. Argentina: Amorrortu Editores

Considero que es importante conocer el trayecto de formación de cada personaje y en qué punto de la carrera docente se encuentra. Esto lo marco porque uno va modificando sus prácticas de evaluación. En particular, las he realizado de manera intuitiva desde que comencé a trabajar como auxiliar, respetando y siguiendo la línea de lo que aprendí por las vivencias y experiencias en la docencia. Luego cursé la Especialización en Educación Superior y en cada módulo cursado traté de apropiarme de conocimiento que se pueda aplicar directamente en la asignatura que dicto, reflexionando sobre aspectos que nunca me había cuestionado y prestando atención a situaciones que nunca había considerado.

En cuanto al interrogante para Margarita “¿Cuál es la concepción de evaluación con la que trabaja?” considero que utiliza la evaluación como herramienta de poder (por eso dice “ahí les aplico la ley”), posicionándose en superioridad al estudiantado. Pretende solo realizar evaluaciones sumativas y acreditativas aplicadas a un producto final de una etapa educativa y sólo valora procesos que se consideran terminados, justificando que “está harta de corregir”.

Considerando la pregunta “¿Por qué evaluarían cada uno de ustedes?” coincido con Álvarez Méndez cuando dice que, en el campo educativo, la evaluación debe entenderse como una “actividad crítica de aprendizaje, porque se asume que la evaluación es aprendizaje en el sentido que por ella adquirimos conocimiento” (Álvarez Méndez, 2001, p. 12). Todo docente debe aprender de las prácticas evaluativas no solo para conocer, sino para mejorarlas, tratando de ayudar en el aprendizaje del alumno, reconociendo las dificultades a superar y la manera de resolverlas. El docente adquiere conocimiento de la evaluación no solo para conocer, sino para adquirir experiencia en la detección de dichas dificultades, lo más temprano posible y que sea de máxima utilidad para el alumno, quien debe también aprender de la evaluación, pero mucho más de la corrección de la misma, la cual debe ser siempre crítica y fundamentada, evitando la descalificación y la penalización. En palabras de Álvarez Méndez, “sólo cuando aseguramos el aprendizaje podremos asegurar la evaluación, la buena evaluación que forma, convertida ella misma en medio de aprendizaje y en expresión de saberes. Sólo entonces podremos hablar con propiedad de evaluación formativa” (Álvarez Méndez, 2001, p. 12).

En este sentido creo que comenzando a evaluar también particularmente las prácticas de enseñanza se podrán mejorar los resultados de aprendizaje, ayudando a corregir a tiempo los problemas que surgen en el proceso, desarrollando la responsabilidad y autonomía de los estudiantes tratando que autorregulen su aprendizaje. Si bien este tipo de evaluación formativa y continua trae consigo un gran trabajo por parte del equipo docente, también es una gran satisfacción poder colaborar con la formación integral de los estudiantes.

“El éxito del que enseña sólo puede definirse a partir del éxito del que aprende”

Peters

ÁLVAREZ MÉNDEZ, J. M. Evaluar para conocer, examinar para excluir. Madrid, Morata. 2001.

En función de lo expresado por cada uno de los que forman parte de la conversación anterior, puedo dilucidar lo siguiente:

Margarita tiene una concepción de evaluación que no podría encuadrarse en un tipo de evaluación en particular. Más bien parece aplicar las evaluaciones como una forma de castigo hacia los estudiantes o de dejar en evidencia quién es la que impone las reglas en el grupo. Dejar bien en claro quiénes son los estudiantes y quien es la profesora. Queda evidentemente marcada la diferencia entre las jerarquías.

Creo que Margarita no utiliza de forma correcta la evaluación con sus estudiantes. No se pueden asociar sus comentarios a un interés por evaluar el aprendizaje de los estudiantes, sino que parece que se tratara de una evaluación de castigo hacia los mismos, lo cual es un claro contraejemplo a lo que plantean Condemarín y Medina (2000) "la evaluación auténtica se basa en la permanente integración de aprendizaje y evaluación por parte del propio alumno y sus pares, constituyéndose en un requisito indispensable del proceso de construcción y comunicación de significados"

Juan Manuel parece utilizar la evaluación para no evadir un método de evaluación tradicional y para mantener un registro para poder clasificar los méritos de los estudiantes. Aplica la evaluación, a diferencia de Margarita, con un fin más constructivo, aunque parece hacerlo más por obligación que por interés a conocer el aprendizaje logrado por los estudiantes.

Aparentemente destacará a los mejores estudiantes en función de los resultados obtenidos de las evaluaciones.

Entiendo que sus evaluaciones se presentan más bien para respetar lo tradicional y protocolar, pero sus comentarios no dejan percibir un interés por una evaluación que permita determinar el aprendizaje de los estudiantes.

En cuanto a las posturas adoptadas por Antonio y Anita, parecen responder a los principios evaluativos de una evaluación auténtica, interesados y preocupados por una evaluación centrada en los procesos de aprendizaje y no en el resultado final.

Antonio, evidentemente no está de acuerdo con los métodos de evaluación tradicional que plantean Margarita y Juan Manuel, él está convencido que los resultados de evaluaciones del tipo tradicional, no permitirían emitir un juicio de valor que permita tomar diversos tipos de decisiones.

La evaluación auténtica consiste "en un proceso de delinear, obtener, procesar y proveer información válida, confiable y oportuna sobre el mérito y valía del aprendizaje de un estudiante con el fin de emitir un juicio de valor que permita tornar diversos tipos de decisiones" (Ahumada, 2003).

En cuanto a por qué evaluaría, estoy convencido que es una forma de realizar un seguimiento continuo y constructivo sobre el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Ellos deben desarrollar la habilidad de generar respuestas racionales que den cuenta sobre lo aprendido, no de repetir memorísticamente un párrafo de un libro, sino que deben ser capaces de emitir respuestas que asocien conocimientos previos con los nuevos conocimientos y que sepan sacar sus propias conclusiones en relación al tema en estudio. La evaluación debería permitirles a los estudiantes forjar una mente racional, capaz de englobar y relacionar conocimientos, y porque no, generar nuevos conocimientos.

Hola a tod@s:

En función de la actividad propuesta y de los diálogos anteriores, puedo expresar lo siguiente:

En el caso de Margarita, entiende a la evaluación como una forma de castigo hacia los estudiantes, no como retroalimentación sobre lo trabajado, lo desempeñado por los mismos. No utiliza la evaluación de manera correcta, si se acuerda con que la evaluación auténtica intenta averiguar qué sabe el estudiante o qué es capaz de hacer, utilizando diferentes estrategias y procedimientos evaluativos (Ahumada, 2003). Cuando dice “aplico la ley”, se entiende que ejerce el poder legítimo (autoridad formal) que le proporciona el cargo o puesto que ocupa (docente, profesora), y también el poder coercitivo para sancionar en este caso a los estudiantes con la evaluación (Stoner, 1996).

Juan Manuel entiende a la evaluación como parte del proceso de enseñanza-aprendizaje, como función de su práctica docente.

En cuanto a Antonio y Anita, entienden a la evaluación como parte de la educación, que la evaluación no debería basarse en criterios de calificación, debería concentrarse en procesos más que en resultados e interesada en que sea el estudiante quien asuma la responsabilidad de su propio aprendizaje.

Con respecto a Andrés, hace referencia al enfoque de evaluación que actualmente predomina, relacionado con estructuras y métodos que han configurado formas de trabajo caracterizadas por: a) una enseñanza grupal homogénea; b) un énfasis en el desarrollo del pensamiento convergente o reproductivo. Estas características han colaborado a que la evaluación se reduzca primordialmente al predominio de procedimientos de prueba y a  reglamentaciones que norman solo lo administrativo.

Referencias bibliográficas:

Stoner, J. (1996). Administración. Ed. Prentice Hall.

Continuando con lo anterior y dando respuesta al interrogante ¿por qué evaluaría?

Entonces, evaluaría pues considero necesario e importante brindar al estudiante respuestas o información sobre cómo han realizado su trabajo, para contribuir a mejorar sus actividades o desempeños de comprensión. Es decir, permitir al estudiante conseguir una frecuente evaluación informativa en todo momento, no sólo con fines de calificación sino más bien para hacer progresar su dominio de los desempeños que expresan su creciente comprensión. Considero necesario para llevar a cabo este proceso, que los desempeños de comprensión o actividades propuestas para los estudiantes estén orientados por ciertos criterios de evaluación, los cuales deben ser relevantes; transparentes; explícitos y públicos. Las evaluaciones deben ser continuas, o sea, desde el comienzo de una secuencia curricular hasta su fin y, además, estas actividades de evaluación se deben desarrollar en forma conjunta con cada desempeño de comprensión (Stone Wiske, 1999).

Además, la evaluación implica múltiples fuentes, es decir que los estudiantes no sólo se benefician de las evaluaciones de sus actividades por parte de los docentes sino también de realizar evaluaciones de sus propios desempeños y de los de sus pares. Al estar implicados los estudiantes en la evaluación de su propio trabajo y la de sus compañeros de clase, los estimula e incita a ser responsables de su propio aprendizaje (Collins,1995); (Condemarín y Medina, 2000).

Referencias bibliográficas:

Stone Wiske, M. (Comp). (1999) La Enseñanza para la Comprensión. Vinculación entre la investigación y la práctica. Editorial Paidós 

Vera, recién recibida, recién “ingresando al sistema” es lo que siempre vemos o lo que nos ha pasado a todos. Todos llegamos con esas ganas locas de enseñar, de mejorar la educación /evaluación, de no seguir viejas estructuras, ejemplos arcaicos… cosas que no nos gustaron y/o nos hicieron mal. Y se topa con este otro mundo, el de los cómodos, el de “los viejos”, el de “para qué lo vamos a cambiar si así funciona bien”.

Juan Manuel tiene esa modalidad del querer evaluar “por evaluar”. Hay que evaluar. Porque es la única forma de saber si el alumno aprendió algo. Y usa la evaluación para estratificar a sus alumnos, basándose únicamente en las notas obtenidas.

Margarita por otro lado, representa a esos docentes que mencione como “arcaicos”. Los que asustan con la evaluación…. “vienen rebeldones?”…. “les tomo un parcialito”. No utiliza correctamente la instancia evaluadora. La evaluación para ella es un castigo, y me atrevería a imaginar que evalúa conceptos…. Aprendizajes memoriosos.

Anita menciona que la evaluación debe ser autentica, tal vez relacionando con lo que menciona Ahumada como "evaluación auténtica", aquella que intenta averiguar qué sabe el estudiante o qué es capaz de hacer. Aquella que también tiene en cuenta las vivencias del estudiante con relación a los aprendizajes. Andres parece estar de este lado. Le molesta que le exijan una evaluación formativa.

¿ Por qué  evaluamos?

Creo que es necesario, evaluar para poder saber si el estudiante logra los saberes y de ese modo poder avanzar. Aunque en ese continuar no todos los estudiantes pueden haber logrado los objetivos.

La evaluación es otra instancia más de aprendizaje, no necesariamente, cuando uno habla de evaluación, habla de evaluación para acreditar, sino todo lo que se hace en un cuatrimestre con los estudiantes, es una instancia más de acreditar lo que sabe, por ejemplo, con un trabajo práctico, una pregunta., participación en el foro, todo eso suma.

La evaluación auténtica, intenta averiguar que sabe el estudiante o que es capaz de hacer, utilizando diferentes estrategias y procesos evaluativos. Es importante porque está centrada en procesos, mas que en resultados e interesada en que sea el alumno quien asuma la responsabilidad de su propio aprendizaje, y por ende que utilice la evaluación como un medio que le permita alcanzar los conocimientos propuestos en las diferentes disciplinas.

Collins, concibe a la evaluación auténtica, “como un proceso colaborativo y multidireccional”

BIBLIOGRAFÍA:

AHUMADA A., PEDRO

LA EVALUACIÓN AUTÉNTICA: UN SISTEMA PARA LA OBTENCIÓN DE EVIDENCIAS Y

VIVENCIAS DE LOS APRENDIZAJES

Perspectiva Educacional, Formación de Profesores, núm. 45, 2005, pp. 11-24

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Viña del Mar, Chile

Con respecto a lo que piensan los docentes de la institución que se está analizando, en definitiva, cada uno hace lo que mejor le parece.

Entiéndase comodidad, inexperiencia. A pesar de que desde dirección del Departamento se les informa que deben evaluar de manera sumativa.

Leyendo la consigna

Margarita. Plantea la evaluación como una tarea rutinaria del “deber hacer”, cumplo y continuo. Ella opta por evaluar de una manera tradicional, una evaluación sumativa al final del proceso.

Juan Manuel. Se cuestiona el evaluar, pero continuemos qué de algún modo, me quedo más tranquilo que algo hice, evalué, el cumpla con las obligaciones establecidas.

Para Antonio y Anita, defienden una evaluación en proceso. Hacen hincapié en la necesidad de realizar una evaluación auténtica, es un proceso continuo y no de instancias separadas, indagando en lo que sabe el estudiante o que es capaz de realizar.

De acuerdo a la lectura del material y del caso:

Margarita ¿Cuál es la concepción de evaluación con la que trabaja? Margarita trabaja con una concepción de evaluación tradicional, Evalúa por medio de lo que se denomina pautas de evaluación rígidas, en donde la única persona que tiene “poder” es el docente, y en este tipo de práctica se ve como el docente es el único que tiene todas las respuestas y el que va a determinar quién aprueba o no. ¿Utiliza correctamente la evaluación con sus estudiantes? ¿por qué? ¿A qué hace referencia cuando dice “aplico la ley”? En mi opinión hay muchas Margaritas evaluando de esa manera, creo que no usa correctamente la evaluación, porque en ningún momento la utiliza como un instrumento de aprendizaje, sino como un castigo, en donde disfruta la corrección y lo toma como una venganza para los estudiantes que no realizaron las tareas o se “hacen los creídos”.

Juan Manuel: ¿para qué utiliza la evaluación? Juan utiliza la evaluación para destacar a los mejores, porque evaluar es parte de nuestra función. ¿Cuál es la concepción que adopta la misma en su práctica docente? La evaluación en su práctica docente no es más que una obligación, algo así como que le pagan por evaluar, evaluar para lograr aprobar, conseguir un título, pero no ve el potencial que hay en la evaluación, como un proceso más de aprendizaje.

Antonio y Anita: ¿Desde qué racionalidad adoptan a la evaluación? Adoptan a la evaluación como un todo que es educación, aprendizaje ¿Para qué la utilizan? ¿En qué se diferencian de Margarita y Juan Manuel? La evaluación la utilizan un proceso continuo, en donde todo el tiempo se está evaluando sin estar tomando un examen, a diferencia de sus colegas que piensan solo en la instancia de examen.

Buenas noches, colegas…

Me sumo en las últimas horas del debate y dejo aquí algunos aportes.

En el caso presentado es posible identificar distintas concepciones de qué significa evaluar. Por un lado tenemos a Margarita, que parece utilizar la evaluación como elemento disciplinador, y que a través de ella establece una relación asimétrica de poder sobre los/las estudiantes.  Al mismo tiempo, se percibe que Margarita no disfruta de la tarea de evaluar, a la que considera una carga; para ella parecería ser que enseñar y evaluar no fueran dos procesos interrelacionados que se nutren mutuamente. Juan Manuel, por su parte, entiende a la evaluación como una actividad inherente a la práctica docente, aunque deja ver en su apreciación un sesgo meritocrático que percibe al resultado de una evaluación como directamente proporcional al aprendizaje o al saber que un/a estudiante ha alcanzado. Antonio y Anita claramente se posicionan en contra de esta concepción de evaluación como mera acreditación de saberes y la consideran como parte del proceso de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, es Anita la que menciona la palabra clave: “auténtica” (en línea con la concepción propuesta por Ahumada, 2005). La evaluación debe ser, en mi opinión, auténtica a lo que se ha enseñado y cómo se ha enseñado y debe ser significativa para convertirse en un momento de aprendizaje para los/las estudiantes. Del aporte de Ahumada (2005) me gustaría destacar la idea de que “existe un espectro mucho más amplio de desempeños que el estudiante puede mostrar a diferencia del conocimiento limitado que se puede evidenciar mediante un examen oral o escrito” (p. 12), espectro que incluye situaciones de aprendizaje en la vida real por ejemplo, estudios de caso, el mismo ABP y/o el ABPro. En mi caso personal apunto a diseñar instrumentos de evaluación que sean “dispositivos didácticos”, es decir, que sean oportunidades para aprender y que contribuyan a mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por supuesto, no siempre lo logro, uno como docente aprende y se reinventa todo el tiempo. En este sentido, me gustaría retomar la concepción pedagógica de la evaluación como oportunidad propuesta por Anijovich y Cappelletti (2018), según la cual la evaluación es “una oportunidad para que los alumnos pongan en juego sus saberes, visibilicen sus logros y aprendan a reconocer sus debilidades y fortalezas como estudiantes, además de cumplir la función clásica de aprobar, promover, certificar” (p. 13). Esta perspectiva de la evaluación de y para el aprendizaje también puede utilizarse para “reorientar la enseñanza” al analizar y “poner en diálogo” los resultados obtenidos por los y las estudiantes y las estrategias metodológicas implementadas (Anijovich y Cappelletti, 2018, p. 14).

¡Saludos a todos/as!

Alicia

Margarita:

Lo de “van a quedar mansitos”, “conmigo no se juega”, “les aplico la ley” es un tipo de evaluación donde el docente interesa demostrar que él es el que sabe, que los alumnos no saben nada y que solo aprobarían aquellos que logren superar esos filtros y se sometan a su voluntad casi dictatorial. Espero sea un formato de enseñanza que vaya quedando en la historia y que no se renueve. Aquí lo estudiantes aprenderían solo los que se adapten al formato de Margarita, y luego habrá que discutir si la enseñanza fue efectiva o no.

Lo de “aplico la ley” refiere a un tipo de filtro “super” restrictivo en su forma y que ella cree fundamental en su modo de enseñar.

Juan Manuel: 

Por lo que menciona se resigna, aunque sea a lograr una diferenciación entre sus estudiantes, permitiendo mostrar quienes son los mejores.

Antonio y Anita:

Ellos tratan de lograr que todos obtengan lo mejor de la educación, no me queda claro cómo evaluarían los resultados de su enseñanza.

La diferencia de Antonio y Anita respecto de Margarita y Juan Manuel, consiste en que estos últimos si tienen definido una evaluación y pretenden mostrar una diferenciación entre sus alumnos de acuerdo al aprendizaje obtenido por cada uno.

¿Por qué evaluarían cada uno de ustedes?

Para definir alcance de las enseñanzas impartidas y para definir si son correspondientes con los objetivos iniciales de la materia.

Me resultó interesante el texto de la bibliografía esencial de Ahumada, A. Muestra una estructura de evaluación que muchos hemos pensado cómo hacerlo, y que este autor sintetiza de una forma bastante atractiva. El otro texto no llegue a leerlo.

Me sumo al comentario de Gabriel mas abajo, en el cual menciona la idea de que la evaluación debe complementar enseñanza y aprendizaje. El resultado de la evaluación sea positivo o negativo debe generar o transmitir alguna enseñanza al alumno, la cual le permitirá continuar en esa dirección (si el resultado fue acorde a lo esperado), o bien revisar y modificar conceptos/ideas que le permitan alcanzar los resultados positivos. Obviamente, es aquí donde radica la parte difícil como docentes para lograr transmitir este tipo de enseñanzas.

Buen día:

entiendo que las posturas de los docentes del caso presentado han sido ya abordadas, y podemos pensar que todas ellas reflejan no sólo distintas miradas del proceso educativo sino también distintos momentos por los que todos como docentes atravesamos ya que siempre evaluar es complejo en tanto implica reflexionar, interpretar y, finalmente, emitir un juicio. Vera se encuentra en sus primeros pasos en la profesión y ya percibe la dificultad y los cuestionamientos que esta tarea implica.

Después de más de 20 años de desempeño como docente, confieso que he asumido distintas posiciones en virtud de los paradigmas que han ido manifestándose respecto de los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Hoy la asumo como el proceso continuo y sistemático de indagación que permite tanto al docente como a los y las estudiantes obtener información acerca del desarrollo y la evolución del proceso de enseñanza- aprendizaje. Desde esta posición, la evaluación debe favorecer el proceso colaborativo y responsable de la construcción de conocimiento, competencias y capacidades, proponiendo múltiples instrumentos que atiendan a la diversidad de estilos y habilidades. También debe poseer criterios claros, coherentes y compartidos por todos y debe contar con instancias de retroalimentación durante y después de la instancia evaluativa para que el/ la docente pueda guiar el proceso de aprendizaje.

Obviamente, no podemos negar que en las instituciones también debemos adecuarnos a los procesos de acreditación. Entonces, deberemos diseñar cuidadosamente propuestas diversas que se adapten al sutil equilibrio entre dispositivos de evaluación que apunten a la evaluación formativa y otros a la sumativa, siempre atendiendo a que sean coherentes con los desempeños realizados en el aula.

Nos leemos,

Cecilia

Hola Marlen, respondo tus  preguntas. Evalúo porque es un momento muy importante del aprendizaje, me interesa saber que aprendió el estudiante, que es lo que sabe y en mi rol de docente podré realizar las críticas necesarias para mejorar mi modo de evaluar. Ese análisis es necesario para mejorar la elaboración de  próximos exámenes

La evaluación es un proceso, en donde el estudiante pone a prueba sus, habilidades, destrezas, es el responsable de la construcción del conocimiento.

¿Para qué evalúo? Para fortalecer los aprendizajes.

Buen día a todos.

La evaluación forma parte del proceso de aprendizaje, nos permite como docentes conocer si nuestros alumnos van comprendiendo los diferentes temas dados, entre otras finalidades. Es muy importante como proceso en sí, que sea planificada, diseñada, empleando diferentes instrumentos, acorde al momento en que se lleve a cabo la misma. La evaluación debe de tener ciertas características, autenticidad, coherencia etc. Es muy importante que el estudiante reciba por parte del docente una retroalimentación de la misma, como menciona Perazzi (2013), es la única forma que la evaluación deja de ser un trámite administrativo.

Muy enriquecedor los aportes de mis compañeros.

Referencia:

Perassi, Z. (2013) La importancia de planificar la evaluación. Aportes para debatir la evaluación de aprendizajes. Argonautas Nº 3: 1 - 16

Saludos cordiales