Con la pandemia de la COVID-19 vivida estos últimos años, el modelo de enseñanza en el entorno universitario sufrió un cambio rotundo. La imposibilidad de mantener el aula física tal como la concebíamos instaló un nuevo paradigma en la educación superior. En consecuencia, y de manera repentina, el eje del conflicto y del debate se mudó desde cuestiones hartamente discutidas hacia una nueva realidad: la urgente necesidad de emplear entornos virtuales y mudarse a una educación a distancia.
En nuestro grupo docente, este cambio nos enfrentó (como a todos) a grandes obstáculos. Principalmente, al ser una materia de primer año, el gran número de estudiantes, la complejidad de encontrar un sistema de evaluación que se adecue a nuestras necesidades y la imposibilidad de dictar las clases prácticas de laboratorio.
Rápidamente, debimos mudar la asignatura a un entorno virtual, con sus ventajas y desventajas. Esto nos permitió garantizar el dictado de la asignatura y comprender que, citando a la profesora Liliana Simón, "nos encontrábamos físicamente distanciados, pero no socialmente separados". Uno de los principales aspectos de un EVA es la interactividad entre emisor y receptor, tal lo sostiene Fernández Jiménez (2015). Es, básicamente, un espacio de comunicación (González, 2016).
En este punto, toma gran relevancia la metacognición. Los entornos virtuales universitarios deberían estar pensados para promover, en esencia, una autorregulación progresiva, característica del aprendizaje autónomo y permanente (Sierra Pineda, 2010).
Es aquí que el rol del tutor toma gran importancia, tanto por el manejo didáctico y tecnológico de las herramientas de e-learning. Además, como facilitador del proceso enseñanza-aprendizaje, administrador del flujo de la comunicación y la información y fomentando la participación de los estudiantes.
La interacción tutor-estudiante es primordial en esta modalidad formativa. La comunicación y la educación se articulan de manera inseparable en esta modalidad formativa para que el aula virtual no sea un entorno inerte (Barberá, 2004), sino que tenga vida y entidad propias.
Hemos comenzado un hermoso camino. Sin dudas la formación y actualización permanente de los docentes para la educación a distancia y el uso de tecnologías ha alcanzado una nueva dimensión.
Saludos.-
-Barberá E., Badia A. (2004).”Educar con aulas virtuales. Orientaciones para la innovación en el proceso de enseñanza y aprendizaje”. Editorial A. Machado Libros. Madrid. España
-Fernández Jiménez, Miguel Angel. TUTORÍA EN E-LEARNING. FUNCIONES Y ROLES DEL TUTOR EN LA FORMACIÓN ONLINE. TESIS DOCTORAL - 2015 [Fecha de consulta: 11/03/21].
-González, Alejandro Héctor | Martin, María Mercedes (2016). Módulo 2 - Modalidades de enseñanza mediadas por tecnología digital. Consulta realizada 23 junio 2021 <http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/54374>
-Sierra Pineda,Isabel. Estrategias de Mediación Metacognitiva en Ambiente convencionales y virtuales: influencia en los procesos de autorregulación y aprendizaje autónomo en estudiantes universitarios. Tesis Doctorado. Consulta mayo, 2021 <https://hera.ugr.es/tesisugr/1871142x.pdf>