Foro de ABP Virtual G3 -Apellidos de la N a la Z Tutora Patricia Demuth

Hola !

En el caso planteado creo que se pueden observar distintas posturas frente los propósitos de la evaluación: una postura de desencanto o hartazgo que lleva a usar a la evaluación como una técnica de disciplinamiento y castigo; como un proceso que solo fomenta la individualidad y la competencia entre los estudiantes; o como un proceso ya establecido cuyo fin solo es asignar una calificación a los alumnos dependiendo de cuál fue su desempeño (Margarita, Antonio y Andrés). Las otras posturas postulan la evaluación como un proceso donde las tareas de evaluación sean también tareas de aprendizaje y que sean parte de la formación de un estudiante (Antonio y Anita).

 Desde mi punto de vista, la evaluación se debería considerar como una instancia más en la formación integral de un estudiante que ocurre durante todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, una instancia que no solo sirva para valorar los contenidos curriculares sino también la adquisición de otras habilidades y competencias.

“La evaluación debe dejar de reducirse al control externo de lo que hace el estudiante y a la mera calificación. La evaluación, más que un proceso para certificar, debe constituirse en un proceso optimizador de los aprendizajes.” [1]

[1] “La evaluación orientada al aprendizaje en la Educación Superior: condiciones y estrategias para su aplicación en la docencia universitaria” por M. Teresa PADILLA CARMONA y Javier GIL FLORES Universidad de Sevilla - Revista española de Pedagogía año LXVI, nº 241, septiembre-diciembre, 2008, pp 467-486

Margarita, Juan Manuel y Andrés consideran a la evaluación como una instancia de acreditación de saberes en la que se deja de lado aspectos afectivos, sociales, económicos u otras circunstancias. Como dice nuestra compañera, hasta "de castigo". No tienen en cuenta, o bien no lo manifiestan al hablar de evaluación, el proceso de enseñanza y de aprendizaje en el que, como dice Pedro Ahumada (2005), se intente saber que es capaz de hacer el estudiante con esos saberes. Sin embargo, sabemos que, en líneas generales, la evaluación en el ámbito universitario está íntimamente relacionada con un sistema de acreditación de las materias en el que las notas obtenidas por los alumnos actúan como una garantía de haber adquirido esos conocimientos.

En cambio Antonio y Anita abogan por una evaluación auténtica en la que se tiene en cuenta los desempeños que el estudiante puede mostrar con relación a los distintos aprendizajes (Ahumada, 2005).

Personalmente creo que si bien la evaluación de los aprendizajes puede concebirse como una evaluación para la acreditación ya que se lleva a cabo en una institución que así lo exige,  es necesario asumir que la evaluación es aprendizaje tanto para el alumno que de ella adquiere conocimiento, como para el profesor a quien le permite mejorar la práctica docente. La evaluación para la enseñanza apunta a replantear la enseñanza misma ya que posibilita la obtención de datos que el docente necesita para colaborar en el aprendizaje, conocer las dificultades a superar y las estrategias que el alumno pone en funcionamiento.

Referencias Bibliográficas

Ahumada, P. (2005) La evaluación Autentica: un sistema para la obtención de evidencias y de vivencias de los aprendizajes. Revista Perspectiva Educacional, Formación de Profesores, Nº 45, p. 11-24. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Viña del Mar, Chile

La pregunta ¿Para qué evaluamos" es la que me lleva a la reflexión. Si bien podemos decir que evaluamos para comprender y orientar, también lo hacemos para satisfacer exigencias institucionales (o sea, la ley). Y por eso a veces es tan complejo balancear nuestras acciones con estos requerimientos, por ejemplo para implementar una evaluación multidirecccional que atienda no sólo al producto del aprendizaje sino también al proceso.

Lo expuesto por Ahumada me despierta una conexión con el libro "Evaluar para conocer, examinar para excluir"*, ya que el autor plantea que evaluar trasciende los conceptos de corregir, tomar pruebas e incluso poner nota/notar. Ella misma es aprendizaje y requiere una participación democrática de los sujetos involucrados. Algo tan difícil a veces de llevar a la práctica, y para mí, aún más en la virtualidad.

* Álvarez Méndez, J.M. (2001) Evaluar para conocer, examinar para excluir. Edit. Morata: Madrid.

¡Hola!. De acuerdo a la lectura del material y del caso, podemos decir que Margarita aplica lo que se denomina evaluación tradicional. Mide al final del proceso, certifica acreditación de conocimientos. La evaluación es del tipo sumativa.

Cuando dice aplico la ley, se refiere a aplicar una evaluación al final del proceso y a observar si se adquirieron ciertos conocimientos que considera importantes. Evalúa por medio de pautas de evaluación rígidas, porque el docente en esta estructura es fuente principal de conocimiento y hay jerarquía, que se torna evidente cuando dice “aplicar la ley”.

Antonio y Anita, defienden la postura de una evaluación en el proceso. Antonio entiende que evaluar para destacar los mejores no es el objetivo y otros valores son los que están en juego. Competencias se buscan destacar en los estudiantes más que los estudiantes en sí. Anita nombra siguiendo la idea de Antonio, la evaluación autentica, “concepción que pretende recoger evidencias concretas y vivencias durante el proceso de aprendizaje de los estudiantes y que por consiguiente se sustenta en una concepción constructivista del aprender” Ahumada (2005).

Evaluaría para conocer el progreso del estudiante durante el proceso. Las evaluaciones están para observar, guiar y conducir en el proceso de enseñanza aprendizaje. En la virtualidad, Onrubia (2005) expone que la construcción de significados y sentidos óptima depende de la ayuda del profesor y del feedback como función esencial de la práctica.

Ahumada A., P. 2005, La evaluación auténtica: Un sistema para la obtención de evidencias de los aprendizajes Perspectiva Educacional, Formación de Profesores, núm. 45, 2005, pp. 11-24 Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Viña del Mar, Chile

Onrubia, J. (2005). Aprender y enseñar en entornos virtuales: actividad conjunta, ayuda pedagógica y construcción del conocimiento. Revista de Educación a Distancia. Vol. 2.  pp. 1-16.

Coincido con los conceptos expresados, la evaluación en un sentido es necesaria para evidenciar el nivel de logro alcanzado por los estudiantes y es un requisito de cualquier institución como  medida de comprobación  de que  los objetivos son alcanzados.

Acuerdo que este proceso no debería ser usado solo para calificar o medir los conocimientos, además debe tener una retroalimentación que permita motivar al estudiante en el proceso de aprendizaje para que tenga en claro el avance en su proceso formativo integral, y pueda identificar sus deficiencias y progresos, así como aspectos a mejorar.

Hola a tod@s,

respecto de Margarita creo que tiene una postura personal negada a la evaluación quizás porque no las sepa diseñar o no le guste esa parte de la docencia, como que pierde el objetivo principal que es el aprendizaje del alumno, además la frase que usa es muy desafortunada porque como que suena que la forma que elija para evaluarlos no es para ver si adquirieron los conocimientos dados sino algo para tortutarlo con alguna consigna muy difícil. Juan Manuel lo ve como parte de sus obligaciones y como para obtener los mejores y que aprueben. Antonio y Anita lo ven de una manera distinta que la evaluación es parte de la educación que van de la mano  y que se debería utilizar de una manera continua en el aprendizaje y para que el o los alumnos vayan adquiriendo e incorporando los conocimientos, donde el proceso de enseñanza y aprendizaje sea personalizado de acuerdo al alumno.

Para mi deberíamos evaluar para poder corroborar si el alumno va logrando apropiarse de los conocimientos dados y para reforzar en los que no han quedado muy claros o no llegaron a ser apropiados, tratar de mirar y realizar las evaluaciones enfocadas en ver si el alumno pudo apropiarse del conocimiento más allá de las exigencias institucionales como se mencionan. Considerando los distintos tipos de aprendizajes: conocimientos, habilidades y destrezas que menciona (Haladyna, Haladyna, Merino Soto) como así las condiciones y supuestos de una evaluación autentica que menciona (Ahumada, 2005)

Y como en el caso planteado ante la pandemia el dictado virtual juega un papel importante el de las TIC como soporte tanto para el docente (como guía y acompañante en el proceso de enseñanza-aprendizaje) y para los alumnos, me parece muy acertado lo que menciona (Barberà, 2006, p.9) “En el trabajo colaborativo virtual el profesor puede ofrecer y recibir distintos aspectos instruccionales válidos para el seguimiento del aprendizaje. Mediante el planteamiento de grupos virtuales se puede dar soporte individual a los alumnos para llegar a un producto concreto y, por su parte, el profesor tiene la posibilidad de visualizar a distancia, en sus variadas formas, lo que está sucediendo con exactitud en los grupos y quién está aportando cada pieza de trabajo realmente”

Saludos

Referencias Bibliográficas

Ahumada, P. (2005) La evaluación Autentica: un sistema para la obtención de evidencias y de vivencias de los aprendizajes. Revista Perspectiva Educacional, Formación de Profesores, Nº 45, p. 11-24. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Viña del Mar, Chile

Haladyna T., Haladyna R., Merino Soto C., Preparación de Preguntas de Opciones Múltiples para Medir el Aprendizaje de los Estudiantes. OEI-Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)

Barberà, E. (2006). Aportaciones de la tecnología a la e-Evaluación. Revista de Educación a Distancia, 13.

Hola a tod@s,respecto de Margarita creo que tiene una postura personal negada a la evaluación quizás porque no las sepa diseñar o no le guste esa parte de la docencia, como que pierde el objetivo principal que es el aprendizaje del alumno, además la frase que usa es muy desafortunada porque como que suena que la forma que elija para evaluarlos no es para ver si adquirieron los conocimientos dados sino algo para tortutarlo con alguna consigna muy difícil. Juan Manuel lo ve como parte de sus obligaciones y como para obtener los mejores y que aprueben. Antonio y Anita lo ven de una manera distinta que la evaluación es parte de la educación que van de la mano  y que se debería utilizar de una manera continua en el aprendizaje y para que el o los alumnos vayan adquiriendo e incorporando los conocimientos, donde el proceso de enseñanza y aprendizaje sea personalizado de acuerdo al alumno.Para mi deberíamos evaluar para poder corroborar si el alumno va logrando apropiarse de los conocimientos dados y para reforzar en los que no han quedado muy claros o no llegaron a ser apropiados, tratar de mirar y realizar las evaluaciones enfocadas en ver si el alumno pudo apropiarse del conocimiento más allá de las exigencias institucionales como se mencionan. Considerando los distintos tipos de aprendizajes: conocimientos, habilidades y destrezas que menciona (Haladyna, Haladyna, Merino Soto) como así las condiciones y supuestos de una evaluación autentica que menciona (Ahumada, 2005)Y como en el caso planteado ante la pandemia el dictado virtual juega un papel importante el de las TIC como soporte tanto para el docente (como guía y acompañante en el proceso de enseñanza-aprendizaje) y para los alumnos, me parece muy acertado lo que menciona (Barberà, 2006, p.9) “En el trabajo colaborativo virtual el profesor puede ofrecer y recibir distintos aspectos instruccionales válidos para el seguimiento del aprendizaje. Mediante el planteamiento de grupos virtuales se puede dar soporte individual a los alumnos para llegar a un producto concreto y, por su parte, el profesor tiene la posibilidad de visualizar a distancia, en sus variadas formas, lo que está sucediendo con exactitud en los grupos y quién está aportando cada pieza de trabajo realmente”SaludosReferencias BibliográficasAhumada, P. (2005) La evaluación Autentica: un sistema para la obtención de evidencias y de vivencias de los aprendizajes. Revista Perspectiva Educacional, Formación de Profesores, Nº 45, p. 11-24. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Viña del Mar, ChileHaladyna T., Haladyna R., Merino Soto C., Preparación de Preguntas de Opciones Múltiples para Medir el Aprendizaje de los Estudiantes. OEI-Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)Barberà, E. (2006). Aportaciones de la tecnología a la e-Evaluación. Revista de Educación a Distancia, 13.

 Que interesante conversación! El tema “evaluación” hace mucho ruido en el momento de querer saber si el estudiante sabe o no sabe, aprende o no aprende, adquirió conocimiento o no sobre los contenidos vistos en una materia…me siento más en la posición de Vera, n creo que un examen se deba aplicar para disciplinar a los estudiantes. Si bien debemos evaluar calificando con letras o números como indicativo para medir el conocimiento del estudiante, deberíamos garantizar que es el resultado de una evaluación autentica, donde el estudiante alcanzó el conocimiento esperado por su propio desempeño, en un aprendizaje guiado con acompañamiento del docente.

Los sistemas de evaluación deben proporcionar múltiples medidas que apoyen la triangulación de las evidencias (..) Las evaluaciones deben basarse en tareas auténticas, problemas del mundo real que resulten significativos para los estudiantes.

El desafío es moverse desde los programas de evaluación formales enfocados en ofrecer una certificación o rendición de cuentas y avanzar hacia valorar una forma de evaluación que ocurre en el momento en que se genera el aprendizaje independientemente del lugar.(pp. 117)[1]

En el momento de evaluar, debemos tener en cuenta muchos criterios y surgen las interrogantes de qué se quiere evaluar? Para qué evaluar? Por qué evaluar?. Creo también que mucho depende de los contenidos que incluyen cada materia, algunos contenidos requieren ser aprendidos de memoria para aplicarlos, otros razonar para comprender cómo se obtiene el resultado. Por esto es que se puede observar que cada carrera en el ámbito universitario, de alguna manera adopta y se queda con algún tipo de evaluación en particular, utilizan siempre  un tipo de evaluación con la que los contenidos queden cómodos para medir el aprendizaje, asegurar que el estudiante “sabe”.

[1] Cobo, Cristóbal (2016) La Innovación Pendiente. Reflexiones (y Provocaciones) sobre educación, tecnología y conocimiento.  “Nuevas forma de evaluar: La Innovación Pendiente” (pp. 105 -143). Colección Fundación Ceibal/ Debate: Montevideo

Buenas tardes colegas,

Comienzo reflexionando sobre ¿Por qué evaluamos? Me parecen muy interesantes las preguntas que se plantea Vera. Pareciera que a veces la evaluación es tan obvia, que no nos detenemos a pensar en por qué evaluamos. Veo a la evaluación en una doble dimensión: proporciona información sobre los estudiantes y también sobre nuestro quehacer docente.

Coincido con María Teresa Taranilla y con Paola cuando señalan que la evaluación debería ser una instancia más en la formación de los estudiantes, y no solo un medio para valorar los contenidos curriculares sino también la adquisición de otras habilidades y competencias.

Acuerdo con Marcela en que para Margarita, Juan Manuel y Andrés la evaluación es una instancia de acreditación de saberes en la que se deja de lado aspectos afectivos, sociales, entre otros. Mientras que para Antonio y Anita la evaluación tiene que ser auténtica. En este sentido, creo que muchos docentes estamos comprometidos en hacer cambios significativos, en que nuestras evaluaciones sean cada vez más “auténticas”, pero, como señala Ahumada “de las intenciones a los hechos hay un gran paso”. Por ese motivo muchos docentes estamos haciendo este curso.

Creo que es muy acertada Ma Teresa Zabala al señalar que si bien evaluamos para comprender y orientar, también lo hacemos para satisfacer exigencias institucionales, por lo que es complejo balancear nuestras acciones con los requerimientos institucionales.

Está resultando muy enriquecedor todo este intercambio. Nos seguimos leyendo.

Referencia bibliográfica:

Ahumada A., P. (2005) La evaluación auténtica: un sistema para la obtención de evidencias y vivencias de los aprendizajes. Revista Perspectiva Educacional. Formación de Profesores, Nº 45, pp. 11-24. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Viña del Mar, Chile.

Tanto Teté como Paola, y creo que varios participantes más, plantean que la evaluación debería servir no sólo para evaluar contenidos curriculares, sino también otro tipo de destrezas o competencias. En realidad, creo que muchas veces cuando nos referimos a contenidos sólo pensamos en el contenido declarativo, el QUÉ de la asignatura, y me parece que cuando hacemos referencia a las destrezas y competencias aludimos al modo de actuar, a quehaceres válidos en nuestra disciplina. es decir a contenidos que podrían ser incluidos en nuestros programas, lo procedimental, el CÓMO. E incluso el contenido afectivo o actitudinal. Justamente la evaluación de estos otros tipos de contenido me parece lo más difícil en la virtualidad, ya que requiere utilizar herramientas de evaluación formativa que respeten la individualidad y el ritmo de aprendizaje de los sujetos. En nuestros cursos, la entrevista, que Ahumada desarrolla, ha sido un instrumento muy valioso en épocas de presencialidad, pero no nos está siendo fácil encontrar maneras virtuales de recrear un vínculo similar. 

Saludos!!

Marité

Buenas tardes! He leído algunos de los comentarios que se han presentado en este foro y son sumamente interesantes. Inicialmente, al leer la historia, me sentí identificada con Vera y los comienzos en la docencia universitaria. Provengo de una carrera en la que no tenemos formación  sobre pedagogía, ya que no es el fin/perfil del profesional fonoaudiólogo. No obstante, en esos inicios no cuestionaba la “forma” de evaluación ni preguntaba acerca del “para qué o cómo evaluamos'', inclusive si las evaluaciones propuestas eran el mejor criterio para esos estudiantes en particular. Claramente en ese momento evaluaba porque se debe certificar ese conocimiento. Pero a partir del interrogante ¿y yo por qué evalúo? y necesidad de ir formándome en docencia fuí conociendo y aprendiendo estas nuevas formas de enseñanza- aprendizaje. Como propone la Dra. M. Tenutto Soldevilla en su artículo “Evaluación de aprendizajes. Hitos y creencias” debemos considerar que la enseñanza y, en este caso que nos ocupa, la evaluación permite que se evidencien las fortalezas y debilidades para obtener una mejor calidad de educación. Ademas destaca la importancia de tener criterios de evaluación, ya que son los marcadores que nos ayudan a emitir un juicio de valor sobre la información que tenemos acerca de los conocimientos de los estudiantes. En Margarita pareciera que al momento de convertirse en profesora se le ha conferido un derecho que es el de juzgar no sólo los trabajos, sino los comportamientos de sus estudiantes.

Finalmente, y a pesar de que sigo evaluando,  ahora el foco está puesto en la evaluación como parte integral del aprendizaje. Entendiendo que se construye en colaboración, a partir de los conocimientos previos y siempre permitiendo que el  actor principal sea el estudiante, comprometido con su propio proceso.

Saludos cordiales!

                Eliana

Dicho de forma simple, considero que evaluamos por dos motivos principales: uno es por la exigencia del sistema y otro es para obtener información. El primero es casi inevitable y muchas veces siento que puede ser muy injusto. Por ejemplo, nuestro sistema de “examen final”, en mesas regulares de examen, como una única instancia de evaluación, es limitante y quizás hasta excluyente. De alguna manera, parece devorarse nuestros intentos de implementación de otros dispositivos evaluativos, por ejemplo cuando nos encontramos en un examen final con estudiantes que estuvieron en nuestras clases años atrás. En este caso, creo que es muy difícil congeniar con la noción de que la evaluación debe ser una instancia más de aprendizaje porque los estudiantes tienen la necesidad concreta de obtener una calificación de aprobado. Esa presión implícita sobre nosotros, los docentes, también hace que buena parte de nuestro trabajo hacia una evaluación más significativa durante el dictado de una asignatura se pierda en un par de horas. Esta es mi sensación cada año, y por eso me parece una buena idea que el examen final sea un porcentaje de la calificación final de una asignatura, como es en otros países. Respecto del segundo motivo, el de obtener información, me parece muy importante para ir también nosotros evaluando nuestra práctica, lo que va funcionando y lo que no. Muchas veces no son los estudiantes quienes necesitan “reforzar un tema” sino nosotros, y ello puede implicar buscar otras estrategias de enseñanza. En este sentido, la evaluación es una instancia de evaluación también para docentes, y por eso tiene que ser dinámica, continua, flexible, y adaptable a contextos diversos, entre otros.

Comparto una bibliografía que aún estoy estudiando y que me parece muy buena:

Shrestha P.N. (2020) Systemic Functional Linguistics, Dynamic Assessment and Academic Writing. In: Dynamic Assessment of Students’ Academic Writing. Springer, Cham.

Creo que Margarita y Juan Manuel consideran la evaluación como una herramienta de control sobre los estudiantes, control sobre lo que hacen bien o mal. Es decir, la evaluación es solamente una instancia obligatoria para poder poner una calificación final; les interesa solamente el resultado final y poder hacer una especie de ranking entre los estudiantes. Esta sería la “aplicación de la ley”. Lamentablemente, nuestro sistema formal de calificaciones parece responder a esta visión y no nos da espacio para otras ideas. Antonio y Anita tienen una concepción muy diferente de la evaluación y por ello chocan con el sistema. Me siento identificada. La evaluación debe ser una instancia más de aprendizaje, tanto para estudiantes como para docentes. En este sentido, me gusta compartir con los estudiantes la idea de que el examen, un parcial, un trabajo práctico, no son “el enemigo”, sino una oportunidad para mejorar.

Hola a Tod@s!!!

En mi opinión cada uno de los docentes que intervienen en el dialogo representan las diferentes posturas que respecto a un mismo tema se da en área de trabajo ó hacia adentro de un equipo responsable de asignatura. Desde los primerizos hasta los mayor trayectoria se vienen cuestionando el tema de la evaluación como si fuera una parte independiente del proceso enseñanza-aprendizaje. En una parte se debe al hecho de hacer tanto hincapié en el proceso enseñanza-aprendizaje que a partir de este curso para mi debería considerarlo "enseñanza-aprendizaje-evaluación", por que sino no podemos medir cuanto logró el alumno apropiarse del conocimiento no estamos en condiciones de afirmar que después del acto educativo hemos dejado algo. Tratado de caracterizar las participaciones de los actores puedo decir: 

Margarita: tiene una mirada negativa de la evaluación en la enseñanza, no la entiende como parte del proceso enseñanza-aprendizaje, no le importa el avance del curso en la comprensión del tema, no cree en la evaluación de procesos. Tiene un manejo autoritario del curso y ejerce el poder del profesor para su beneficio. 

Juan Manuel:  Concibe a la evaluación como delimitante entre entregar el titulo o no y relega distintos aspectos de la evaluación que nos sirven para predecir los diferentes grados de comprensión de los estudiantes. Toma parcialmente el objetivo de la evaluación, no lo relaciona con una competencia que vaya más allá del curso y menos que pueda inter-relacionarse con otros conocimientos de la carrera.

Antonio y Anita adoptan proponen introducir al aula un nuevo método de evaluación que haga hincapié más en lograr un aprendizaje mas sólido e introduce la evaluación auténtica. Su intencionalidad es utilizarla el proceso de aprendizaje como una herramienta que puede alertarles cómo se está llevado a cabo. 

Nos seguimos leyendo...

Buenos días,

Me parece muy importante lo que señala Lucía: “nuestro sistema de “examen final”, en mesas regulares de examen, como una única instancia de evaluación, es limitante y quizás hasta excluyente”. Esto es algo que me vengo planteando hace mucho tiempo ¿cómo hacer para que los exámenes finales reflejen el proceso (la película) de un cuatrimestre o de un año y no la foto del día del examen. He logrado encontrarle la vuelta a la evaluación continua y formativa durante la cursada, hace muchos años que no tomo parciales, sino que doy tareas semanales o quincenales que los estudiantes pueden mejorar o rehacer cuantas veces sea necesario hasta que alcancen el/los objetivo/s planteado/s. Sin embargo, encuentro esta inconsistencia a la hora de tomar los exámenes finales, y no he podido resolverlo. Espero que este curso me dé herramientas para poder hacerlo.

¡Que tengan un buen finde!

Hola a todos.

Margarita, a mi criterio tiene razón, con dar clases por ZOOM  o Meet, donde la cara a cara no siempre se da. Pero es un muy buen método de enseñanza/evaluación.

Juan Manuel, le hace una buena observación al pensamiento de Margarita.

Antonio, tiene razón en su criterio, siendo la nota  un premio al mayor esfuerzo, pero la evaluación consiste en que el alumno haya comprendido la base de la materia.

Anita, como dice, algunos, pero el sistema de toma de exámenes por video conferencias, es una solución a estos tiempos.

Margarita, enojada, ya que no ve reflejado su esfuerzo en los alumnos.

Andrés, practico y operativo.

En estos tiempos de pandemia, las  modalidades educativas cambiaron, generando nuevos espacios de comunicación que posibilitan una gran variedad de situaciones comunicativas, donde los estudiantes y profesores tiene que acomodarse, apropiarse y dominar para que se produzca el aprendizaje, la construcción personal del conocimiento, el conocimiento compartido, sabiendo que quizás no sea, por el momento, lo más adecuado para desarrollar el proceso de aprendizaje/evaluación.

Por qué, por  el momento, la experiencia de ese nuevo entorno todavía en muy poca, pero como hay muy muchas personas del mundo en la misma situación y que le están experimentando con estos entornos, y en poco tiempo más se encontraremos la mejor manera de producir un excelente proceso de aprendizaje/evaluación. Estos nuevos aires de cambio, llegaron intempestivamente, pero se quedaran. La tecnología, gran negociado, acorto el espacio y tiempo.